Nadie cuestionó las muestras
Los estudios para cotejar los ADN de Felipe y Marcela Noble Herrera con las familias de de-saparecidos empezaron ayer por la mañana sin obstáculos. En presencia de la jueza Sandra Arroyo Salgado, los testigos certificaron que las heladeras en las que se guardó el material genético de los hijos de la dueña de Clarín, estaban precintadas y con las firmas que hicieron el día en que se hizo el procedimiento en la casa de Ernestina Herrera de Noble. Dentro de las heladeras, el material estaba guardado en sobres, también firmados, y los especialistas resolvieron utilizar parte de las muestras, dejando el resto para una eventual contraprueba. Organizaciones de derechos humanos realizaron un abrazo al Hospital Durand para reafirmar su respaldo al Banco Nacional de Datos Genéticos, que permitió la restitución de la identidad de decenas de hijos de desaparecidos.
En el inicio de los estudios estuvieron presentes la titular del BNDG, María Belén Rodríguez Cardozo, que actúa como perito oficial; la perito de parte que representa a Ernestina Herrera de Noble, Primarosa Chieri; el perito que asiste en nombre de Marcela y Felipe, Alejandro Ruiz Trevisán, y el especialista de Abuelas de Plaza de Mayo, Carlos Vullo. Quien no asistió fue la ex jefa del BNDG, Ana María Di Leonardo, que todavía no aceptó actuar en la causa. A partir de hoy, todas las tardes se fija el horario de los estudios para el día siguiente, de manera que los profesionales estén presentes en cada una de las jornadas. Se estima que los estudios estarán listos en un plazo de quince a veinte días.
El punto clave del comienzo de ayer fue la certificación de que el material secuestrado el viernes 28 de mayo, en el procedimiento realizado en casa de la dueña de Clarín, era el mismo que se presentó ayer para hacer los estudios. La ropa que entregaron Marcela y Felipe, después de cambiarse en el baño de esa vivienda, estaba conservada en heladeritas que, adentro, contenían sobres con el material.
Todo estaba lacrado y con las firmas de los que estuvieron presentes aquella vez: la abogada de los hermanos Noble Herrera, Roxana Piña, el secretario del juzgado y los dos testigos civiles convocados para el procedimiento. Ayer no hubo objeciones en ese terreno: las firmas fueron reconocidas por todos y quedó certificado que el material era el mismo que se tomó en el allanamiento. El silencio incluyó a la abogada Piña, pese a todo lo que se había publicado sobre las supuestas condiciones “vejatorias” en las que aseguran que se realizó la obtención de muestras.
Una vez realizada esa verificación, que se dejó asentada en un acta, la jueza y los letrados –entre ellos el que representa a las familias querellantes, Pablo Llonto– se retiraron para permitir el trabajo técnico. “Las cosas se hicieron con toda la normalidad, tal como marca la ley”, confirmó el apoderado de la querella de Abuelas de Plaza de Mayo, Mariano Gaitán, quien, tras participar del procedimiento, informó que “las partes no manifestaron ningún planteo, de modo que esto va a continuar normalmente. En los próximos días tendremos noticias sobre el resultado”.
Paralelamente, militantes de organizaciones de derechos humanos, sociales y sindicales realizaron durante la mañana un abrazo simbólico al Banco Nacional de Datos Genéticos. En este marco, Taty Almeida, referente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, expresó su repudio a que “haya dudas sobre la seriedad del trabajo del Banco Nacional de Datos Genéticos” y reafirmó la exigencia de “memoria, verdad y justicia”. Dijo que, “si Marcela y Felipe Noble Herrera son apropiados o no, se va a saber por la seriedad de este Banco Nacional de Datos Genéticos”.
En tanto, la secretaria general de Ctera, Stella Maldonado, destacó la necesidad de “acompañar, una vez más, la lucha contra la impunidad y por la identidad de los jóvenes apropiados por los genocidas” y sostuvo que la causa que involucra a Felipe y Marcela Noble Herrera “conmueve a todos en tanto ciudadanos”. Maldonado remarcó que se trata de “una de las causas más profundas que hacen a la posibilidad de reconstituir a la sociedad argentina de lo que ha significado la dictadura militar, el genocidio, la apropiación de niños, y la necesidad de afrontar que todavía hay 400 jóvenes que no han recuperado su identidad”.
Por otra parte, Roberto Baradel, secretario general de Suteba, consideró que “es central defender al Banco Nacional de Datos Genéticos, que ha permitido la recuperación de la identidad de muchos chicos apropiados. Hoy, abogados inescrupulosos, grupos mediáticos y grupos económicos lo están atacando vilmente y, por eso, hacemos este abrazo, por el derecho a la identidad”, sostuvo Baradel.
“Que se ponga en duda el trabajo que aquí se realiza es que se ponga en duda mi identidad y la de mis viejos”, cerró uno de los nietos recuperados, que se encontraba ayer en el acto.
Fuente: Página 12
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